24. Por medio de tus servidores has insultado al Señor y has dicho: Con mis numerosos carros escalé la cima de las montañas, los rincones inaccesibles del Líbano. Talé sus cedros más altos, sus mejores cipreses; llegué hasta su último extremo, hasta lo más espeso de su bosque.





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina