17. Los primogénitos del ganado mayor y menor no podrán ser rescatados porque están consagrados. Por eso, derramarás su sangre contra el altar y harás arder su grasa como una ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor.





“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina