12. ¡No mires con placer el día de tu hermano, el día de su desgracia, no te alegres de los hijos de Judá, en el día de su ruina, no dilates tu boca en el día de su angustia!





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina