15. Fundió las dos columnas de bronce; la altura de una columna era de dieciocho codos, un hilo de doce codos medía la circunferencia; y lo mismo la segunda columna.





“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina