II Samuel, 22
16. El fondo del mar quedó a la vista, los cimientos del orbe aparecieron ante la increpación de Yahveh, al resollar al aliento en sus narices.
16. El fondo del mar quedó a la vista, los cimientos del orbe aparecieron ante la increpación de Yahveh, al resollar al aliento en sus narices.
“O homem sem Deus é um ser mutilado”. São Padre Pio de Pietrelcina