1. Cuando oyeron todos los reyes de los amorreos que habitaban al otro lado del Jordán, al poniente, y todos los reyes de los cananeos que vivían hacia el mar, que Yahveh había secado las aguas del Jordán ante los israelitas hasta que pasaron, desfalleció su corazón y les faltó el aliento ante la presencia de los israelitas.





“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina