45. Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a él de todas partes.





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina