18. Desde hoy las mujeres de los príncipes persas y medos, al saber lo que ha hecho la reina, hablarán con desprecio y con ira a sus maridos.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina