Ezequiel, 20
18. Pero advertí a sus hijos en el desierto: No sigáis las normas de vuestros padres, no imitéis sus costumbres ni os contaminéis con sus ídolos.
18. Pero advertí a sus hijos en el desierto: No sigáis las normas de vuestros padres, no imitéis sus costumbres ni os contaminéis con sus ídolos.
“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina