22. Por tanto, esto dice el Señor Dios: Aquí estoy contra el Faraón, rey de Egipto. Le despedazaré los dos brazos, el brazo sano y el que está roto, y haré que la espada caiga de su mano.





“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina