5. Levantaron el campamento, y un terror divino cayó sobre las ciudades de los alrededores, por lo que nadie persiguió a los hijos de Jacob.





“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina