4. Cuando los indígenas vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: "Este hombre es ciertamente un asesino; se ha librado del mar, pero la justicia divina no le permite vivir".





Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina