7. Lo agarró de la mano derecha y lo levantó; y al instante sus pies y sus tobillos se fortalecieron;





“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina