17. No se daba cuenta Antíoco, lleno de orgullo, de que, por los pecados de los habitantes de la ciudad, y por breve tiempo, el Señor se había airado, y que por esta misma razón había sido profanado el templo.





“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina