17. La altura de una columna era de nueve metros, y encima había un capitel de bronce cuya altura era de dos metros y medio; alrededor del capitel había una guirnalda con granadas, todo ello de bronce. La segunda columna era igual.





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina