Jeremías, 35
9. ni nuestros hijos, ni nuestras hijas. No edificamos casas para vivir en ellas, ni poseemos viñas, campos ni sembrados,
9. ni nuestros hijos, ni nuestras hijas. No edificamos casas para vivir en ellas, ni poseemos viñas, campos ni sembrados,
“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina