10. quien la metió en las alforjas de las provisiones; luego salieron ambas a la oración, como de costumbre. Atravesaron el campo, bordearon el valle, faldearon la montaña de Betulia y llegaron a las puertas de la ciudad.





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina