38. diciendo: ¡Bendito el que viene, el rey, en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo! ¡Viva Dios altísimo!.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina