2. ¡Qué, hijo mío! ¿Qué, Lemuel, mi primogénito, he de decirte? ¿Qué, hijo de mis entrañas? ¿Qué, hijo de mis promesas?





“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina