22. Entonces Samuel dijo: «A Yavé no le agradan los holocaustos y los sacrificios, sino que se escuche su voz; la obediencia vale más que los sacrificios; la docilidad tiene más precio que la grasa de los corderos;





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina