5. Los judíos persiguieron a espada a sus enemigos, haciendo en ellos una espantosa carnicería, pues los tenían a su merced.





“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina