12. Pedro, sin embargo, se levantó y fue corriendo al sepulcro; se agachó y no vio más que los lienzos. Así que volvió a casa preguntándose lo que había pasado.





“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina