2. Allí se reservará un espacio cuadrado de quinientos codos por lado para el lugar santo, con una orilla de circunvalación de cincuenta codos.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina