Löydetty 524 Tulokset: Bel
Susana era muy fina y de gran belleza. (Daniel 13, 31)
Daniel era comensal del rey y más estimado que ningún otro de sus amigos. Daniel y los sacerdotes de Bel (Daniel 14, 2)
Tenían los babilonios un ídolo llamado Bel, en el que se gastaban diariamente más de seiscientos kilos de flor de harina, cuarenta ovejas y más de doscientos litros de vino. (Daniel 14, 3)
Le dijo el rey: «¿Por qué no adoras a Bel?» El respondió: «Porque yo no venero a ídolos hechos por mano del hombre, sino sólo al Dios vivo que hizo el cielo y la tierra y que tiene poder sobre todo viviente.» (Daniel 14, 5)
El rey le dijo: «¿Crees que Bel no es un Dios vivo?, ¿no ves todo lo que come y bebe a diario? (Daniel 14, 6)
Al escucharlo el rey se enojó, mandó llamar a sus sacerdotes y les dijo: «Si no me dicen quién es el que come por todo este dinero, morirán; pero si demuestran que el que lo come es Bel, morirá Daniel, por haber blasfemado contra Bel.» (Daniel 14, 8)
Daniel dijo al rey: «Que se haga como has dicho.» Los sacerdotes de Bel eran setenta, sin contar las mujeres y los niños (Daniel 14, 9)
El rey se dirigió, pues, con Daniel al templo de Bel (Daniel 14, 10)
y los sacerdotes de Bel le dijeron: «Nosotros vamos a salir de aquí; tú, rey, manda poner la comida y el vino preparado; luego cierra la puerta y séllala con tu anillo; si mañana por la mañana, cuando vuelvas, encuentras que Bel no se lo ha comido todo, moriremos; en caso contrario, morirá Daniel, que nos ha calumniado. (Daniel 14, 11)
En cuanto salieron y el rey mandó poner la comida ante Bel, (Daniel 14, 13)
En cuanto abrieron la puerta, el rey echó una mirada a la mesa y gritó en alta voz: «¡Grande eres, Bel, y en ti no hay engaño!» (Daniel 14, 18)
Entonces el rey mandó matarlos a todos y entregó Bel a Daniel, que lo destruyó juntamente con su templo. (Daniel 14, 22)