Löydetty 633 Tulokset: Jacob bendice a Faraón

  • "Hijo de hombre, habla para el Faraón, el rey de Egipto y profetiza en contra de él y de todo Egipto. (Ezequiel 29, 2)

  • Le dirás de parte de Yavé: Me dirijo contra ti, Faraón ( ), gran Dragón. Te pavoneas en medio de tus canales diciendo: "¡Mis canales me pertenecen porque yo los mandé cavar!" (Ezequiel 29, 3)

  • "Hijo de hombre, rompí el brazo del Faraón, rey de Egipto, y nadie vino a cuidarlo o a aplicarle un remedio para que tuviera fuerza para empuñar la espada. (Ezequiel 30, 21)

  • Por eso, esto dice Yavé: Me dirigiré en contra del Faraón, rey de Egipto, le romperé el brazo y haré que se le caiga la espada de la mano. (Ezequiel 30, 22)

  • Fortaleceré los brazos del rey de Babilonia, mientras que el Faraón tendrá que bajar los suyos. Sabrán que yo soy Yavé cuando ponga mi espada en la mano del rey de Babilonia y la alce contra Egipto. (Ezequiel 30, 25)

  • "Hijo de hombre, esto dirás al Faraón y a toda su corte:¿Cómo expresar tu grandeza? (Ezequiel 31, 2)

  • ¿Con quién podría compararte? Te precipité en lo más profundo de la tierra, igual como los árboles del Edén: allí estás acostado junto con los incircuncisos, con las víctimas de la espada. Allí están el Faraón y su pueblo, dice Yavé. (Ezequiel 31, 18)

  • "Hijo de hombre, entona un canto fúnebre sobre Faraón, rey de Egipto. Dirás esto: ¡Cómo! ¿Desapareció el león de las naciones? Tú eras como el dragón de los mares; hacías hervir las aguas, las removías con tus patas y producías las olas. (Ezequiel 32, 2)

  • En el reino de los muertos los héroes más valientes junto con los auxiliares del faraón le dirán: ¿Por qué van a ser tratados mejor que los demás? Baja y quédate entre los incircuncisos, que perecieron al filo de la espada. (Ezequiel 32, 21)

  • Al verlos el Faraón se consolará por su ejército que cayó bajo la espada -palabra de Yavé. (Ezequiel 32, 31)

  • Vivirán en esa tierra que di a mi servidor Jacob, esa tierra en que han vivido. Vivirán en ella para siempre, ellos y sus hijos y los hijos de sus hijos; y mi servidor David será su príncipe para siempre. (Ezequiel 37, 25)

  • Por eso, esto dice Yavé: Voy a traer de vuelta a los desterrados de Jacob, tendré piedad de todo Israel y defenderé celosamente mi santo Nombre. (Ezequiel 39, 25)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina