Löydetty 389 Tulokset: Jacob

  • Que Dios los llene de bienes y recuerde su alianza con Abraham, Isaac y Jacob, sus fieles servidores. (2 Macabeos 1, 2)

  • Hay conversaciones que merecen la muerte: son inaceptables entre los descendientes de Jacob. Los verdaderos fieles se abstienten de ellas y no se revuelcan en el pecado. (Sirácides (Eclesiástico) 23, 12)

  • Entonces el Creador del universo me dio una orden, el que me creó me indicó dónde levantar mi tienda. Me dijo: "¡Instálala en Jacob, que Israel sea tu propiedad!" (Sirácides (Eclesiástico) 24, 8)

  • Todo esto no es más que el Libro de la Alianza del Dios Altísimo, es la Ley que nos mandó Moisés y que es el tesoro de las asambleas de Jacob. (Sirácides (Eclesiástico) 24, 23)

  • Reúne a todas las tribus de Jacob y entrégales como al comienzo su heredad. (Sirácides (Eclesiástico) 36, 10)

  • Luego hizo reposar sobre la cabeza de Jacob la bendición para todos los hombres, lo mismo que la alianza; lo bendijo personalmente y le dio el país como herencia. Lo dividió en partes y las distribuyó entre las doce tribus. (Sirácides (Eclesiástico) 44, 23)

  • Luego Dios hizo que apareciera Moisés, un descendiente de Jacob, un hombre muy amado por Dios y por los hombres y cuya memoria será bendita para siempre. (Sirácides (Eclesiástico) 45, 1)

  • Le permitió que oyera su voz y lo introdujo en la nube oscura. Le habló cara a cara y le dio los mandamientos, esa ley revelada, ley de vida, para que enseñara la Alianza a Jacob, y sus decretos a Israel. (Sirácides (Eclesiástico) 45, 5)

  • El Señor le concedió el don de interpretar sus mandamientos y de pronunciarse cuando se trate de enseñar a Jacob sus decisiones, y de esclarecer a Israel con respecto a su Ley. (Sirácides (Eclesiástico) 45, 17)

  • Gobernó a la Asamblea según la ley del Señor, y el Señor se preocupó por Jacob. (Sirácides (Eclesiástico) 46, 14)

  • Está escrito que volverás un día para apaciguar la cólera lista para estallar, para que los padres se reconcilien con los hijos y para restablecer las tribus de Jacob. (Sirácides (Eclesiástico) 48, 10)

  • En cuanto a los doce Profetas, que sus huesos reflorezcan donde cayeron. Porque consolaron a Jacob, lo salvaron reavivando sus esperanzas. (Sirácides (Eclesiástico) 49, 10)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina