Löydetty 55 Tulokset: Jueces

  • Vean, pues, ahí las pruebas de la virginidad de mi hija.» Y extenderán el paño delante de los jueces de la ciudad. (Deuteronomio 22, 17)

  • Si el hombre es culpable, los jueces lo tomarán preso y lo azotarán. (Deuteronomio 22, 18)

  • Cuando haya pleito o contienda entre dos hombres, se recurrirá a los jueces para que juzguen. Se declarará justo al que lo es y se condenará al culpable. (Deuteronomio 25, 1)

  • su cuñada se acercará a él y en presencia de los jueces le sacará la sandalia de su pie, le escupirá a la cara y le dirá estas palabras: «Así se trata al hombre que no hace revivir el nombre de su hermano». (Deuteronomio 25, 9)

  • Todo el pueblo permanecía de pie por ambos lados del Arca, con sus jefes, secretarios y jueces. Al frente suyo estaban los sacerdotes y los levitas que portaban el Arca de Yavé; israelitas de raza y forasteros estaban juntos. La mitad del pueblo se extendía hacia el cerro Garizim y la otra mitad cerca del Ebal, según lo mandado por Moisés referente a la manera de bendecir a Israel. (Josué 8, 33)

  • Josué, muy anciano y cargado de años, reunió a todo Israel, a sus ancianos, jefes, secretarios y jueces para decirles: Estoy ya muy viejo. (Josué 23, 2)

  • Josué convocó en Siquem a todas las tribus de Israel, y reunió a los ancianos, jefes, jueces y secretarios. Juntos se presentaron delante de Dios. (Josué 24, 1)

  • Yavé hizo que se levantaran «jueces», o sea, libertadores, que salvaron a los israelitas de sus explotadores. (Jueces 2, 16)

  • Pero ni aun a esos «jueces» obedecían, sino que se prostituían a otros dioses y los adoraban. Pronto se desviaron del camino de sus padres, que obedecieron los mandamientos de Yavé: ellos no hicieron así. (Jueces 2, 17)

  • En los tiempos en que gobernaban los Jueces en Israel, hubo una gran hambruna en el país. Debido a eso, un hombre de Belén de Judá se trasladó a los campos de Moab con su mujer y sus dos hijos. (Rut 1, 1)

  • Cuando Samuel llegó a anciano, dejó a sus hijos como jueces de Israel. (1 Samuel 8, 1)

  • Desde el día en que constituí jueces sobre mi pueblo, a ti te he concedido la paz con todos tus enemigos, y ahora te prometo construirte una casa.» (2 Samuel 7, 11)


“Combata vigorosamente, se está interessado em obter o prêmio destinado às almas fortes.” São Padre Pio de Pietrelcina