Löydetty 55 Tulokset: Jueces

  • Y tú, Esdras, según la sabiduría que de Dios tienes, nombra jueces y magistrados que administren justicia a todo el pueblo del otro lado del río, a todos los que conocen la Ley de tu Dios; y enséñasela a los que no la conocen. (Esdras 7, 25)

  • Nuestros jefes podrían representar a toda la asamblea. Los que en nuestras ciudades se hayan casado con mujeres extranjeras vendrían cada cierto tiempo, acompañados de los dirigentes locales y de los jueces de cada ciudad, hasta que hayamos apartado de nosotros el enojo de nuestro Dios por causa de este asunto.» (Esdras 10, 14)

  • En una nación dominada por un tirano, él venda los ojos de los jueces, pues si no es él, ¿quién será entonces? (Job 9, 24)

  • Pues hubiera sido una infamia, un crimen condenado por los jueces, (Job 31, 11)

  • Si he alzado mi mano contra un huérfano porque pensaba que podía contar con los jueces, (Job 31, 21)

  • Pues bien, reyes, entiendan, recapaciten, jueces de la tierra. (Salmos 2, 10)

  • Pero el Señor no lo deja en sus manos ni permite que sus jueces lo condenen. (Salmos 37, 33)

  • pues se puso a la derecha del pobre para salvar su vida de sus jueces. (Salmos 109, 31)

  • De tal manera que cuando castigas a nuestros enemigos con moderación, lo haces para que aprendamos, para que pensemos en tu bondad cuando nos toque ser jueces, y para que confíemos en tu misericordia cuando seamos juzgados. (Sabiduría 12, 22)

  • Luego vinieron los Jueces: cada uno de ellos tiene su propia fama. Su corazón no se vendió a los falsos dioses, y no se apartaron del Señor. ¡Que sean benditos para siempre! (Sirácides (Eclesiástico) 46, 11)

  • los que hacen condenar a otro porque saben hablar y les meten trampas a los jueces al tribunal, y niegan, por una coma, el derecho del bueno. (Isaías 29, 21)

  • El rey Nabucodonosor mandó a los funcionarios, prefectos, gobernadores, consejeros, tesoreros, jueces y abogados de toda la provincia, para que se reunieran y asistieran a la inauguración de la estatua (Daniel 3, 2)


“Somente por meio de Jesus podemos esperar a salvação.” São Padre Pio de Pietrelcina