Löydetty 66 Tulokset: Líbano

  • yo daré cuanto deseas en madera de cedro y de ciprés. Mis servidores los bajarán desde el Líbano hasta el mar, yo los pondré en balsas y los llevaré al lugar que me mandes; allí los soltarán y tú los cargarás. Yo desearía que me los pagues con víveres, que me proporcionarás para mi casa.» (1 Reyes 5, 9)

  • Los enviaba al Líbano por turnos de diez mil al mes. Estos pasaban un mes trabajando en el Líbano, y dos meses en sus casas. Adoniram estaba al frente de ellos. (1 Reyes 5, 14)

  • Primero estaba la casa o palacio «Bosque del Líbano», de cincuenta metros de largo por veinticinco de ancho y quince de alto. Se alzaba sobre cuatro filas de columnas de cedro que soportaban soleras de cedro. (1 Reyes 7, 2)

  • todas las ciudades de aprovisionamiento que tenía Salomón, las ciudades de los carros de guerra y las de las tropas de a caballo, y todo cuanto Salomón quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano y en toda la tierra de su dominio. (1 Reyes 9, 19)

  • y trescientos escudos pequeños, de oro finísimo también, y los colocó en el palacio «Bosque del Líbano». (1 Reyes 10, 17)

  • Todas las copas y vasos del rey Salomón eran de oro fino, como también toda la vajilla del palacio «Bosque del Líbano». Nada de plata, pues no se estimaba en nada en tiempo del rey Salomón, (1 Reyes 10, 21)

  • Joás, rey de Israel, mandó a decir como respuesta a Amasías, rey de Judá: «El cardo del Líbano mandó a decir al cedro del Líbano: Dame tu hija para que sea la esposa de mi hijo; pero los animales salvajes del Líbano pasaron y pisotearon el cardo. (2 Reyes 14, 9)

  • Por boca de tus mensajeros has insultado a Yavé y dijiste: Con mis muchos carros armados subo a la cumbre de los montes, a las laderas del Líbano. He derribado sus altos cedros, sus cipreses más hermosos y sus mejores abetos; he penetrado hasta sus últimos refugios y las frondosas selvas de su Carmelo. (2 Reyes 19, 23)

  • Envíame también madera de cedro, de ciprés y de sándalo, pues yo sé que tus siervos entienden de cortar los árboles del Líbano; (2 Crónicas 2, 7)

  • Nosotros cortaremos en el Líbano toda la madera que necesites, y la pondremos en balsas, para llevarla por mar hasta Jope; luego la llevarás de allí a Jerusalén.» (2 Crónicas 2, 15)

  • Balat y todas las ciudades de almacenamiento que le pertenecían y las ciudades de los carros y de la caballería, y todo lo que quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano y en todo el país de su dominio. (2 Crónicas 8, 6)

  • y trescientos escudos pequeños de oro batido, aplicando trescientos siclos de oro en cada escudo; el rey los colocó en la casa «Bosque del Líbano». (2 Crónicas 9, 16)


“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina