Löydetty 66 Tulokset: Líbano

  • El Líbano no sirve para encender su hoguera, y sus animales no alcanzan para quemarlos en su templo. (Isaías 40, 16)

  • A ti llegará lo mejor del Líbano, con el ciprés, el olmo y el alerce, para adornar mi Lugar Santo y honrar la Casa donde yo resido. (Isaías 60, 13)

  • ¿Han visto ustedes que haya desaparecido de las altas cumbres la nieve del Líbano, o que se hayan secado las aguas poderosas, frescas y corrientes? (Jeremías 18, 14)

  • Pues así se expresa Yavé respecto a este palacio de Judá: Me gustaría verte ensalzado como el país de Galaad, como una cumbre del Líbano, mas te voy a dejar hecho un desierto o una ciudad sin habitantes. (Jeremías 22, 6)

  • Sube a los cerros del Líbano y grita; levanta tu voz desde los cerros de Basán y de lo alto del Abarim, porque todos tus amantes han sido aplastados. (Jeremías 22, 20)

  • Tú, que hiciste tu casa en el Líbano, que anidabas entre los cedros, ¡cómo te irás a quejar cuando sientas dolores y angustias como de una mujer que da a luz! (Jeremías 22, 23)

  • Les dirás: Esta es una palabra de Yavé: El gran águila de amplias alas, de largo plumaje, con sus plumas multicolores, llegó al Líbano: se subió a la copa del cedro. (Ezequiel 17, 3)

  • De los cipreses de Senir sacaron las planchas de tu casco, de un cedro del Líbano, tu mástil, y de las encinas de Basán, tus remos; tu puente era de cedro de las islas de Quitim, con incrustaciones de marfil. (Ezequiel 27, 5)

  • Tú eras un cedro del Líbano de magníficas ramas y de abundante follaje, de altura tan grande que alcanzabas las nubes. (Ezequiel 31, 3)

  • Esto dice Yavé: Dispuse un gran duelo para el día en que el cedro bajó a la morada de los muertos; cerré el abismo encima de él, detuve los ríos y sus aguas se secaron. Por él vestí de negro al Líbano, y se secaron todos los árboles del campo. (Ezequiel 31, 15)

  • Las naciones se conmovieron de espanto ante el estruendo de su caída, cuando lo hice descender a la morada de los muertos con los que bajan a la tumba. Pero en el país subterráneo, se consolaron todos los árboles del Edén, los más bellos del Líbano y los mejor regados. (Ezequiel 31, 16)

  • Yo seré para Israel como el rocío; florecerá como una azucena y extenderá sus raíces como el árbol del Líbano. (Oseas 14, 6)


“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina