Löydetty 346 Tulokset: Mandó

  • Gritando, mandó llamar a los brujos y adivinos y les dijo: «Al que entienda esta letra y me la explique, lo haré vestir de rojo, color reservado para el rey, y le pondré al cuello un collar de oro y gobernará la tercera parte del reino. (Daniel 5, 7)

  • Fue él quien te mandó la mano que escribió esas palabras (Daniel 5, 24)

  • Los puso bajo el mando de tres ministros, Daniel era uno de ellos, a los que debían rendir cuenta con el fin de cuidar los intereses del rey. (Daniel 6, 3)

  • Entonces el rey se alegró sobremanera y mandó sacar a Daniel del foso. Lo sacaron y no hallaron ninguna herida, porque había confiado en Dios. (Daniel 6, 24)

  • Y el rey mandó traer a los hombres que habían acusado a Daniel y echarlos al foso de los leones, junto con sus mujeres y sus hijos. No llegaban al fondo del foso cuando los leones se lanzaron sobre ellos y los despedazaron (Daniel 6, 25)

  • Atacará a las fortalezas confiado en un dios extranjero; a los que lo adoren los colmará de honores, dándoles mando sobre muchos y repartiendo la tierra como recompensa (Daniel 11, 39)

  • Después que despidió a éste, Daniel mandó traer al otro y le dijo: «Raza de Canaán, no de Judá; la hermosura te ha hechizado y la pasión corrompió tu corazón. (Daniel 13, 56)

  • Al escucharlo el rey se enojó, mandó llamar a sus sacerdotes y les dijo: «Si no me dicen quién es el que come por todo este dinero, morirán; pero si demuestran que el que lo come es Bel, morirá Daniel, por haber blasfemado contra Bel.» (Daniel 14, 8)

  • En cuanto salieron y el rey mandó poner la comida ante Bel, (Daniel 14, 13)

  • Daniel mandó a sus criados que trajeran ceniza y la desparramaran por todo el suelo del templo, sin más testigos que el rey. Luego salieron, cerraron la puerta, la sellaron con el anillo real y se fueron. (Daniel 14, 14)

  • Se enojó muchísimo y mandó detener a los sacerdotes con sus mujeres y sus hijos. Ellos le mostraron entonces las puertas secretas por las que entraban a apoderarse de lo que había en la mesa. (Daniel 14, 21)

  • Entonces el rey mandó matarlos a todos y entregó Bel a Daniel, que lo destruyó juntamente con su templo. (Daniel 14, 22)


“Nunca se canse de rezar e de ensinar a rezar.” São Padre Pio de Pietrelcina