Löydetty 43 Tulokset: Oscuridad

  • Atardecía, terminaba el día, ya estaba encima la noche y la oscuridad. (Proverbios 7, 9)

  • Vi que la sabiduría aventaja a la locura, tanto como la luz a la oscuridad: (Eclesiastés (Qohelet) 2, 13)

  • "El sabio tiene los ojos abiertos, mientras que el tonto camina en la oscuridad". Pero también sé: "Para todos no hay más que una misma suerte". (Eclesiastés (Qohelet) 2, 14)

  • Ese niño vino para nada, sólo para regresar a la negrura, y hasta su mismo nombre permanecerá en la oscuridad. (Eclesiastés (Qohelet) 6, 4)

  • Fuera labrador, pastor o trabajador solitario, cada uno había sido tomado de improviso, sin poder resistir; una misma oscuridad los tenía a todos encadenados. (Sabiduría 17, 16)

  • En vez de esa oscuridad diste a tu pueblo una columna de fuego para que los guiara en su viaje a la aventura: su gloriosa migración se iba pues a hacer bajo un sol que no los quemaría. (Sabiduría 18, 3)

  • Por eso fueron heridos de ceguera como les había ocurrido a los habitantes de Sodoma frente a la puerta de Lot, el justo: se encontraron en la oscuridad y cada uno tuvo que buscar, a tientas, su propia puerta. (Sabiduría 19, 17)

  • luego mirarán al suelo y sólo encontrarán miseria y tinieblas, oscuridad angustiosa, y no verán más que noche. (Isaías 8, 22)

  • ¡Ay de los que disimulan sus planes y creen que se esconden de Yavé! Traman sus proyectos en la oscuridad, y luego dicen: «¿Quién nos ve, quién lo sabe?» (Isaías 29, 15)

  • Para abrir los ojos a los ciegos, para sacar a los presos de la cárcel, y del calabozo a los que yacen en la oscuridad. (Isaías 42, 7)

  • Dirás a los prisioneros: «¡Salgan!», a los que están en la oscuridad: «Salgan a la luz.» A lo largo del camino pastarán y no les faltará el pasto ni en los cerros pelados. (Isaías 49, 9)

  • Reconozcan a Yavé, su Dios, antes que llegue la noche y sus pies tropiecen en las oscuras montañas. Ustedes esperaban la luz, pero él la cambia en sombra de muerte y, luego, en total oscuridad. (Jeremías 13, 16)


“Deus é servido apenas quando é servido de acordo com a Sua vontade.” São Padre Pio de Pietrelcina