Löydetty 43 Tulokset: Oscuridad

  • Por eso, su camino se les hará resbaladizo en la oscuridad; caerán y se irán al suelo cuando llegue el año del castigo y les envíe la desgracia.» (Jeremías 23, 12)

  • El me llevó y me obligó a caminar en tinieblas y oscuridad. (Lamentaciones 3, 2)

  • Son como la zarza de un huerto, sobre la cual vienen a posarse toda clase de pájaros. También estos dioses de madera, dorados y plateados, se asemejan a un cadáver que yace en la oscuridad. (Baruc 6, 70)

  • Te echarás tu bulto a la espalda y saldrás en presencia de ellos en la oscuridad. Además te taparás la cara para que no veas la tierra. Todo esto que te mando hacer será una señal para la casa de Israel." (Ezequiel 12, 6)

  • El príncipe que está entre ustedes se echará su bulto a la espalda en la oscuridad y saldrá por el boquete que habrán hecho para que salga; llevará la cara tapada y no verá. (Ezequiel 12, 12)

  • ¡Día de tinieblas y de oscuridad, día de nubes y de espesa niebla! Ahí viene un pueblo numeroso y fuerte, como jamás hubo otro ni lo habrá después de él, avanza y se extiende como una sombra sobre los cerros. (Joel 2, 2)

  • Mas extermina a los que se alzan contra él, a sus enemigos los persigue hasta en la oscuridad. (Nahún 1, 8)

  • La gente que vivía en la oscuridad ha visto una luz muy grande; una luz ha brillado para los que viven en lugares de sombras de muerte. (Evangelio según San Mateo 4, 16)

  • Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo ustedes a la luz, y lo que les digo en privado, proclámenlo desde las azoteas. (Evangelio según San Mateo 10, 27)

  • Y a ese servidor inútil, échenlo a la oscuridad de afuera: allí será el llorar y el rechinar de dientes.» (Evangelio según San Mateo 25, 30)

  • Llegado el mediodía, la oscuridad cubrió todo el país hasta las tres de la tarde, (Evangelio según San Marcos 15, 33)

  • Tu ojo es la lámpara de tu cuerpo. Si tu ojo recibe la luz, toda tu persona tendrá luz; pero si tu ojo está oscurecido, toda tu persona estará en oscuridad. (Evangelio según San Lucas 11, 34)


“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina