Löydetty 111 Tulokset: Quedaron

  • Todos quedaron atónitos y alababan a Dios diciendo: «Hoy hemos visto cosas increíbles. » Pues todos estaban sobrecogidos de un santo temor. (Evangelio según San Lucas 5, 26)

  • Todos quedaron asombrados ante una tal intervención de Dios. Mientras todos quedaban admirados por las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: (Evangelio según San Lucas 9, 43)

  • Y aquellas dieciocho personas que quedaron aplastadas cuando la torre de Siloé se derrumbó, ¿creen ustedes que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? (Evangelio según San Lucas 13, 4)

  • Mientras iban quedaron sanos. Uno de ellos, al verse sano, volvió de inmediato alabando a Dios en alta voz, (Evangelio según San Lucas 17, 15)

  • Con esto no pudieron atraparlo en lo que decía en público, sino que quedaron muy sorprendidos por su respuesta y se callaron. (Evangelio según San Lucas 20, 26)

  • Quedaron atónitos y asustados, pensando que veían algún espíritu, (Evangelio según San Lucas 24, 37)

  • Jesús les dijo: «Vengan y lo verán.» Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día. Eran como las cuatro de la tarde. (Evangelio según San Juan 1, 39)

  • Sucedió que se terminó el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino.» (Evangelio según San Juan 2, 3)

  • Cuando quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: «Recojan los pedazos que han sobrado para que no se pierda nada.» (Evangelio según San Juan 6, 12)

  • Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran. (Hecho de los Apóstoles 2, 4)

  • Y entre el gentío que acudió al oír aquel ruido, cada uno los oía hablar en su propia lengua. Todos quedaron muy desconcertados (Hecho de los Apóstoles 2, 6)

  • y lo reconocieron: ¡Es el tullido que pedía limosna junto a la Puerta Hermosa! Y quedaron sin palabras, asombrados por lo que había sucedido. (Hecho de los Apóstoles 3, 10)


“Se tanta atenção é dada aos bens desta Terra, quanto mais se deve dar aos do Céu? Faça, portanto, uma boa leitura espiritual, a santa meditação, o exame de consciência, e fará progresso na perfeição cristã e no amor de Jesus.” São Padre Pio de Pietrelcina