Löydetty 51 Tulokset: Tiendas

  • Hicieron una salida a eso del mediodía, mientras Ben-Hadad y sus príncipes estaban bebiendo hasta emborracharse en sus tiendas, pues habían venido con él los treinta y dos príncipes que lo apoyaban. (1 Reyes 20, 16)

  • Se habían retirado, pues, al anochecer, para salvarse, abandonando sus tiendas de campaña, caballos y burros, dejando el campamento tal como estaba. (2 Reyes 7, 7)

  • Al llegar llamaron a los guardias de la ciudad, diciéndoles: «Hemos ido al campamento y no hay nadie, ninguna huella de hombre, sólo los caballos y burros atados y las tiendas sin tocar.» (2 Reyes 7, 10)

  • Estos que se han citado por sus nombres vinieron en tiempos de Ezequías, rey de Judá, y destruyeron las tiendas de aquéllos, y los refugios que allí se encontraban, entregándolos al anatema hasta el día de hoy; y habitaron en lugar de ellos, ya que había allí pastos para sus ganados. (1 Crónicas 4, 41)

  • En los días de Saúl hicieron guerra contra los agareos, que cayeron en sus manos; y habitaron en sus tiendas por toda la parte oriental de Galaad. (1 Crónicas 5, 10)

  • los ofrecía según el rito de cada día, conforme a lo ordenado por Moisés; lo mismo en los sábados, las lunas nuevas y las solemnidades, tres veces al año; en la fiesta de los Azimos, en la fiesta de las Semanas y en la fiesta de las Tiendas. (2 Crónicas 8, 13)

  • Israel vio que el nuevo rey no los atendía y replicaron al rey: «¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos herencia que recibir del hijo de Jesé. ¡A tus tiendas, Israel! Mira ahora por tu casa, David.» (2 Crónicas 10, 16)

  • Asimismo atacaron las tiendas donde se recogían los ganados, capturando gran cantidad de ovejas y camellos. Después se volvieron a Jerusalén. (2 Crónicas 14, 14)

  • aleja la maldad que hay en tus manos y no dejes que la injusticia habite en tus tiendas, (Job 11, 14)

  • se quedaron en sus tiendas criticando en vez de escuchar la voz del Señor. (Salmos 106, 25)

  • Clamores de alegría y de triunfo resuenan en las tiendas de los justos: "¡La diestra del Señor hizo proezas, (Salmos 118, 15)

  • ¡Ay de mí que en Mesec debo vivir y habitar en las tiendas de Quedar! (Salmos 120, 5)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina