Löydetty 246 Tulokset: haré

  • Aquel día haré que los pueblitos de Judá sean como un fósforo encendido en un montón de leña, como una antorcha lanzada entre las gavillas; devorarán a izquierda y derecha a todos los pueblos de los alrededores. A Jerusalén, empero, no le pasará nada. (Zacarías 12, 6)

  • Haré que se junten todas las naciones para atacar a Jerusalén. Se apoderarán de la ciudad, saquearán sus casas y violarán a sus mujeres. La mitad de la población será llevada cautiva; pero a los demás habitantes de la ciudad no los eliminarán. (Zacarías 14, 2)

  • Jesús los llamó: «Síganme, y yo los haré pescadores de hombres.» (Evangelio según San Mateo 4, 19)

  • Jesús les dijo: «Síganme y yo los haré pescadores de hombres.» (Evangelio según San Marcos 1, 17)

  • Y se dijo: Haré lo siguiente: echaré abajo mis graneros y construiré otros más grandes; allí amontonaré todo mi trigo, todas mis reservas. (Evangelio según San Lucas 12, 18)

  • Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo. (Evangelio según San Juan 14, 13)

  • Y también haré lo que me pidan invocando mi Nombre. (Evangelio según San Juan 14, 14)

  • Haré prodigios arriba en el cielo y señales milagrosas abajo en la tierra. (Hecho de los Apóstoles 2, 19)

  • Y sigo preguntando: ¿Cómo puede ser que Israel no entendió? Y de inmediato Moises nos dice: Yo haré que te pongas celoso de una nación que ni siquiera es nación; excitaré tu enojo contra una nación insensata. (Carta a los Romanos 10, 19)

  • Y ésta es la alianza que yo haré con ellos después de borrar todos sus pecados. (Carta a los Romanos 11, 27)

  • lo haré cuando vaya a España. Espero pasar por donde ustedes y verlos. Y cuando haya disfrutado plenamente de su compañía, me ayudarán a seguir viaje hacia allá. (Carta a los Romanos 15, 24)

  • Ya lo dijo la Escritura: Destruiré la sabiduría de los sabios y haré fracasar la pericia de los instruidos. (1º Carta a los Corintios 1, 19)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina