Löydetty 195 Tulokset: ovejas

  • Devastaba la comarca y no dejaba con vida hombre ni mujer; se apoderaba de las ovejas, bueyes, burros, camellos y vestidos, y volvía donde Aquís. (1 Samuel 27, 9)

  • Esto dirás de mi parte a David: «Te fui a buscar al campo y te saqué de detrás de las ovejas para hacerte jefe de mi pueblo. (2 Samuel 7, 8)

  • El rico tenía muchas ovejas y bueyes; (2 Samuel 12, 2)

  • Dos años más tarde, tenía Absalón la esquila de sus ovejas en Baal-Jasor, y quiso convidar a todos los hijos del rey. (2 Samuel 13, 23)

  • David, al darse cuenta de la mortandad, suplicó a Yavé: «Señor, yo soy el que ha pecado. ¡Yo obré mal, Señor!, pero éstas, las ovejas, ¿qué han hecho? Caiga, Señor, tu mano sobre mí y mi familia; sobre nadie más.» (2 Samuel 24, 17)

  • El rey Salomón y toda la comunidad de Israel, reunida con él ante el Arca, sacrificaron ovejas y bueyes en tal cantidad que no se podían contar. (1 Reyes 8, 5)

  • Salomón ofreció como sacrificios de comunión veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así fue inaugurada la Casa de Yavé. (1 Reyes 8, 63)

  • Mesa, rey de Moab, tenía rebaños de ovejas y pagaba al rey de Israel cien mil corderos y cien mil carneros con su lana, (2 Reyes 3, 4)

  • Le replicó Eliseo: «¿No te acompañaba mi espíritu cuando un hombre saltó de su carro para venir a tu encuentro? Ahora bien, tú has recibido plata y puedes comprar olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas. (2 Reyes 5, 26)

  • Capturaron sus ganados: sus camellos, en número de 50.000, 250.000 ovejas, 2.000 burros y 100.000 personas, pues (1 Crónicas 5, 21)

  • Di, pues, ahora, esto a mi siervo David: Así habla Yavé Sebaot: Yo te saqué de detrás de las ovejas para que fueras jefe de mi pueblo Israel, (1 Crónicas 17, 7)

  • Y David dijo a Yavé: «Yo fui quien ordenó hacer el censo del pueblo. Yo fui quien pequé; yo cometí el mal; pero estas ovejas ¿qué culpa tienen? Oh Yavé, Dios mío, caiga tu mano sobre mí, y sobre la familia de mi padre, pero que no haya plaga en tu pueblo.» (1 Crónicas 21, 17)


“O bem dura eternamente.” São Padre Pio de Pietrelcina