Löydetty 153 Tulokset: peste del ganado

  • Había filisteos que traían a Josafat presentes y plata como tributo, también los árabes le traían ganado menor: siete mil setecientos carneros y siete mil setecientos machos cabríos. (2 Crónicas 17, 11)

  • Si viene sobre nosotros algún mal, espada, castigo, peste o hambre, nos presentaremos delante de esa Casa y delante de ti, porque tu Nombre reside en esta Casa. Clamaremos a ti en nuestra angustia, y tú oirás y nos salvarás. (2 Crónicas 20, 9)

  • Entonces Josafat con todo su ejército llegaron para recoger los despojos y hallaron gran cantidad de ganado, vestidos y objetos preciosos. Fue tanto el botín, que tres días no fueron suficientes para juntarlo todo, y no sabían cómo llevarlo. (2 Crónicas 20, 25)

  • Construyó torres en el desierto y excavó muchas cisternas, pues tenía numeroso ganado en la tierra baja, y en la llanura, así como labradores y viñadores en las montañas y en los campos fértiles, porque se interesaba por la agricultura. (2 Crónicas 26, 10)

  • Los hijos de Israel y de Judá que vivían en las ciudades trajeron también el diezmo del ganado mayor y menor y el diezmo de las cosas sagradas, consagradas a Yavé, su Dios, y los dieron por montones. (2 Crónicas 31, 6)

  • Se hizo también grandes almacenes para las rentas del trigo, mosto y aceite, pesebres para toda clase de ganado y tenía rebaños en sus pesebres. (2 Crónicas 32, 28)

  • Se construyó ciudades y adquirió ganado mayor y menor en abundancia, pues Yavé le había dado muchísimas riquezas. (2 Crónicas 32, 29)

  • Y todos los vecinos les dieron toda clase de ayuda: oro, plata, ganado y objetos preciosos en gran cantidad, además de toda clase de ofrendas voluntarias. (Esdras 1, 6)

  • Pero su Dios les aconsejó salir de su casa y marchar a la tierra de Canaán; se establecieron en ella y adquirieron oro, plata y gran cantidad de ganado. (Judit 5, 9)

  • Ahora bien, esto mismo pueden ustedes comprobarlo no sólo examinando los acontecimientos históricos que hemos mencionado, sino, principalmente, viendo cómo a su alrededor esa peste de gobernadores indignos cometen toda clase de abusos. (Ester 16, 7)

  • La peste arrasará con los sobrevivientes, y sus viudas no les llorarán. (Job 27, 15)

  • Pero ahora se ríen de mí unos más jóvenes que yo y cuyos padres, para mí, no eran dignos ni de mezclarse con los perros de mi ganado. (Job 30, 1)


“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina