Löydetty 365 Tulokset: tomó

  • Tomó luego una copa, y después de dar gracias se la entregó; y todos bebieron de ella. (Evangelio según San Marcos 14, 23)

  • Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los cerros de Judá. (Evangelio según San Lucas 1, 39)

  • Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios con estas palabras: (Evangelio según San Lucas 2, 28)

  • Y al instante el hombre se levantó a la vista de todos, tomó la camilla en que estaba tendido y se fue a su casa dando gloria a Dios. (Evangelio según San Lucas 5, 25)

  • Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: «No son las personas sanas las que necesitan médico, sino las enfermas. (Evangelio según San Lucas 5, 31)

  • Pues entró en la Casa de Dios, tomó los panes de la ofrenda, los comió y les dio también a sus hombres, a pesar de que sólo estaba permitido a los sacerdotes comer de ese pan.» (Evangelio según San Lucas 6, 4)

  • En aquel pueblo había una mujer conocida como una pecadora; al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, tomó un frasco de perfume, se colocó detrás de él, a sus pies, (Evangelio según San Lucas 7, 37)

  • Jesús la tomó de la mano y le dijo: «Niña, levántate.» (Evangelio según San Lucas 8, 54)

  • Al volver los apóstoles, contaron a Jesús todo lo que habían hecho. El los tomó consigo y se retiró en dirección a una ciudad llamada Betsaida, para estar a solas con ellos. (Evangelio según San Lucas 9, 10)

  • Jesús entonces tomó los cinco panes y los dos pescados, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, los partió y se los entregó a sus discípulos para que los distribuyeran a la gente. (Evangelio según San Lucas 9, 16)

  • Unos ocho días después de estos discursos, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan y subió a un cerro a orar. (Evangelio según San Lucas 9, 28)

  • Jesús, que conocía sus pensamientos, tomó a un niño, lo puso a su lado, (Evangelio según San Lucas 9, 47)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina