Löydetty 139 Tulokset: trabajo manual

  • y le dije al rey: «Si al rey le parece bien y está conforme con mi trabajo, mándeme al país de Judá, a la ciudad en que se encuentran las tumbas de mis padres, para que yo la edifique de nuevo.» (Nehemías 2, 5)

  • A su lado trabajó Uziel, miembro del gremio de los orfebres, y después Jonanías, del gremio de los perfumistas: ellos reconstruyeron Jerusalén hasta la muralla ancha. (Nehemías 3, 8)

  • A continuación trabajó Refaías, hijo de Jur, jefe de la mitad del distrito de Jerusalén. (Nehemías 3, 9)

  • A continuación de éstos trabajó en la reparación, con sus hijas, Salum, hijo de Joloze, jefe de la mitad del distrito de Jerusalén. (Nehemías 3, 12)

  • Cuando nuestros enemigos supieron que estábamos avisados, Dios quiso que se desbarataran sus planes, y todos volvimos a la muralla, cada cual a su trabajo. (Nehemías 4, 9)

  • Pero desde ese día, sólo la mitad de mis hombres tomaba parte en el trabajo; la otra mitad, con arcos, lanzas, escudos y corazas, estaba detrás de los nuestros. (Nehemías 4, 10)

  • Así ordenamos el trabajo desde el comienzo de la mañana hasta que salían las estrellas, la mitad de nosotros con el arma en la mano. (Nehemías 4, 15)

  • Querían hacerme algún daño; pero les mandé a decir: «Estoy muy ocupado en un trabajo muy importante. No bajaré hacia donde ustedes se encuentran, porque se pararía el trabajo si lo dejara.» (Nehemías 6, 3)

  • Encargué de la administración de los almacenes al sacerdote Selemías, al maestro de la Ley Sadoc, al levita Pedaías, y como ayudante a Janán, hijo de Zacur. Los nombré a ellos porque eran considerados como personas responsables. Su trabajo consistía en distribuir los alimentos a sus hermanos. (Nehemías 13, 13)

  • Y le preguntó: «¿De dónde eres?» El joven respondió: «Soy uno de los hijos de Israel, tus hermanos, que ando en busca de trabajo.» Tobías le dijo: «¿Conoces el camino a Media?» (Tobías 5, 5)

  • ¿No lo has rodeado de un cerco de protección a él, a su familia y a todo cuanto tiene? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus rebaños hormiguean por el país. (Job 1, 10)

  • Un trabajo forzado es la vida del hombre sobre la tierra, y sus días son los de un jornalero. (Job 7, 1)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina