Löydetty 128 Tulokset: vergüenza
Serán motivo de espanto y de vergüenza para todos los reinos de la tierra; se reirán y se burlarán de ellos, serán como un ejemplo de maldición en todos los países adonde los echaré. (Jeremías 24, 9)
voy a mandar a buscar a una nación del norte, dice Yavé, y la echaré contra este país y sus habitantes; los maldeciré y los convertiré para siempre en motivo de espanto, de burla y de vergüenza. (Jeremías 25, 9)
«Estábamos indignados al oír tantos insultos y nos tapábamos la cara de vergüenza al saber que extranjeros habían entrado en los lugares santos de la Casa de Yavé.» (Jeremías 51, 51)
Dirán: Que todos reconozcan la justicia del Señor, nuestro Dios. En cambio, a nosotros nos corresponde la vergüenza y también a los habitantes de Judá y de Jerusalén, (Baruc 1, 15)
Que todos reconozcan la justicia del Señor, pero nosotros hoy y nuestros padres no merecemos sino vergüenza. Todas estas calamidades que nos han sobrevenido, (Baruc 2, 6)
Al ver que la púrpura y escarlata se apolillan sobre ellos, conocerán claramente que no son dioses. Ellos mismos son devorados al fin por la polilla, y pasan a ser la vergüenza de su país. (Baruc 6, 71)
Los sobrevivientes se acordarán de mí en medio de las naciones en las que yo quiero que sean prisioneros; romperé su corazón adúltero que se alejó de mí, y sus ojos adúlteros que miraban a los ídolos, tendrán vergüenza de sí mismos por todo el mal que hicieron y por los horrores que cometieron. (Ezequiel 6, 9)
Se cubrirán de sacos, pero el terror los envolverá; la vergüenza cubrirá su rostro y todas las cabezas serán rapadas. (Ezequiel 7, 18)
Por eso ahora soporta tu afrenta ya que tus pecados más horribles que los de ellas las hacen aparecer como inocentes. Deberías estar roja de vergüenza por haber justificado así a tus hermanas. (Ezequiel 16, 52)
Entonces te acordarás, te sentirás llena de vergüenza y no te atreverás a abrir la boca cuando te perdone todo lo que has hecho -palabra de Yavé. (Ezequiel 16, 63)
La sangre derramada te ha convertido en culpable, te hiciste ídolos y con ello te has ensuciado. Adelantaste tu hora y el término de tus años: te convertiré en la vergüenza de las naciones, en motivo de risa para todos los pueblos. (Ezequiel 22, 4)
En tu odio te maltratarán, se apoderarán de todo el fruto de tu trabajo y te dejarán desnuda y sin nada; no te quedará más que la vergüenza por tus prostituciones, desvaríos y mala conducta. (Ezequiel 23, 29)