Löydetty 131 Tulokset: Galaad

  • El espíritu del Señor descendió sobre Jefté, y este recorrió Galaad y Manasés, pasó por Mispá de Galaad y desde allí avanzó hasta el país de los amonitas. (Jueces 11, 29)

  • Jefté reunió a todos los hombres de Galaad y atacó a Efraím. Y los de Galaad derrotaron a los efraimitas, que decían despectivamente: "Ustedes, los de Galaad, son fugitivos de Efraím, en medio de Manasés". (Jueces 12, 4)

  • Galaad ocupó los vados del Jordán para cortarle el paso a los efraimitas. Y cuando un fugitivo de Efraím intentaba pasar, los hombres de Galaad le preguntaban: "¿Tú eres de Efraím?". Si él respondía que no, (Jueces 12, 5)

  • Jefté juzgó a Israel durante seis años. Cuando murió, lo sepultaron en Mispá de Galaad, que era su ciudad. (Jueces 12, 7)

  • Entonces todos los israelitas salieron como un solo hombre, desde Dan hasta Berseba y hasta la región de Galaad, y la comunidad se reunió delante del Señor, en Mispá. (Jueces 20, 1)

  • Por eso preguntaron: "¿Hay alguna entre las tribus de Israel que no ha subido a presentarse ante el Señor en Mispá?". Y resultó que ningún hombre de Iabés de Galaad había venido al campamento para la asamblea. (Jueces 21, 8)

  • En efecto, cuando se pasó revista al pueblo, vieron que allí no había ningún habitante de Iabés de Galaad. (Jueces 21, 9)

  • Entonces la comunidad envió a doce mil de los guerreros, con esta orden: "Vayan y pasen al filo de la espada a los habitantes de Iabés de Galaad, incluidas las mujeres y los niños. (Jueces 21, 10)

  • Entre los habitantes de Iabés de Galaad encontraron cuatrocientas jóvenes vírgenes, que no habían convivido con ningún hombre, y las llevaron al campamento de Silo, que está en el país de Canaán. (Jueces 21, 12)

  • Entonces los benjaminitas volvieron, y los hombres de Israel les dieron las mujeres que habían dejado con vida en Iabés de Galaad, pero no alcanzaron para todos. (Jueces 21, 14)

  • Cerca de un mes más tarde, Najás, el amonita, subió contra Iabés en Galaad y la sitió. Todos los hombres de Iabés dijeron a Najás: "Pacta con nosotros y te serviremos". (I Samuel 11, 1)

  • Luego dijo a los mensajeros que habían venido: "Así hablarán a los hombres de Iabés en Galaad: ‘Mañana, a la hora en que más calienta el sol, serán socorridos’". Los mensajeros llevaron la noticia a los hombres de Iabés, y estos se llenaron de alegría. (I Samuel 11, 9)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina