Löydetty 202 Tulokset: Incienso Sagrado

  • El Señor de los ejércitos, que te había plantado, anuncia una desgracia contra ti, a causa del mal que la casa de Israel y la casa de Judá han cometido para agraviarme, quemando incienso en honor de Baal. (Jeremías 11, 17)

  • y de las ciudades de Judá y de los alrededores de Jerusalén, de la Sefelá, de la Montaña y del Négueb, se traerán holocaustos y sacrificios, oblaciones e incienso, y se traerá el sacrificio de alabanza a la Casa del Señor. (Jeremías 17, 26)

  • ¡Mi pueblo, en cambio, se ha olvidado de mí! Ellos queman incienso a la Nada y han tropezado en sus caminos, en los senderos antiguos, para ir por sendas desviadas, por un camino sin trazar. (Jeremías 18, 15)

  • Porque ellos me han abandonado y han enajenado este lugar, quemando en él incienso a otros dioses, que no conocían ellos, ni sus padres, ni los reyes de Judá, y porque han llenado este lugar de sangre inocente. (Jeremías 19, 4)

  • Las casas de Jerusalén y las casas de los reyes de Judá serán impuras como el lugar de Tófet: sí, todas esas casas sobre cuyos techos se quemó incienso a todo el Ejército de los cielos y se derramaron libaciones a otros dioses. (Jeremías 19, 13)

  • Los caldeos que combaten contra esta ciudad entrarán en ella, le prenderán fuego y la quemarán, con las casas sobre cuyos techos se quemaba incienso a Baal y se derramaban libaciones a otros dioses, a fin de agraviarme. (Jeremías 32, 29)

  • llegaron unos hombres de Siquém, de Silo y de Samaría, ochenta en total, con la barba raída, la ropa desgarrada, y con el cuerpo lleno de incisiones, trayendo oblaciones e incienso para presentarlos en la Casa del Señor. (Jeremías 41, 5)

  • a causa del mal que cometieron para agraviarme, yendo a quemar incienso en honor de otros dioses que no conocían ellos, ni ustedes, ni sus padres. (Jeremías 44, 3)

  • Pero ellos no han escuchado ni han inclinado su oído, a fin de convertirse de su maldad dejando de quemar incienso a otros dioses. (Jeremías 44, 5)

  • Esto es lo que consiguen, agraviándome con las obras de sus manos y quemando incienso a otros dioses en el país de Egipto, donde han entrado para residir allí, a fin de hacerse exterminar y de convertirse en maldición e ignominia entre todas las naciones de la tierra. (Jeremías 44, 8)

  • Todos los hombres que sabían que sus mujeres quemaban incienso a otros dioses, así como también las mujeres presentes -una gran asamblea- y todo el pueblo que habitaba en el país de Egipto, en Patrós, respondieron a Jeremías: (Jeremías 44, 15)

  • Por el contrario, llevaremos a cabo la promesa que ha salido de nuestra boca: quemaremos incienso a la Reina de los cielos y le haremos libaciones, como lo hacíamos nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces nos saciábamos de pan, éramos felices y no veíamos la desgracia. (Jeremías 44, 17)


“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina