Löydetty 51 Tulokset: Mensaje Divino

  • Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así habla el Señor: Tu corazón se llenó de arrogancia y dijiste: "Yo soy un dios; estoy sentado en un trono divino, en el corazón de los mares". ¡Tú, que eres un hombre y no un dios, te has considerado igual a un dios! (Ezequiel 28, 2)

  • "Parte ahora mismo para Nínive, la gran ciudad, y anúnciale el mensaje que yo te indicaré". (Jonás 3, 2)

  • Ageo, el mensajero del Señor, habló al pueblo conforme al mensaje del Señor, diciendo: "Yo estoy con ustedes -oráculo del Señor-". (Ageo 1, 13)

  • diciendo: «¡Si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. (Lucas 19, 42)

  • Él te anunciará un mensaje de salvación para ti y para toda tu familia". (Hechos 11, 14)

  • Hermanos, este mensaje de salvación está dirigido a ustedes: los descendientes de Abraham y los que temen a Dios. (Hechos 13, 26)

  • A pesar de todo, Pablo y Bernabé prolongaron su estadía y hablaban con toda libertad, confiados en el Señor que confirmaba el mensaje de su gracia, dándoles el poder de realizar signos y prodigios. (Hechos 14, 3)

  • Por eso les enviamos a Judas y a Silas, quienes les transmitirán de viva voz este mismo mensaje. (Hechos 15, 27)

  • ¿Y qué le respondió el oráculo divino?: Me he reservado siete mil hombres que no doblaron su rodilla ante Baal. (Romanos 11, 4)

  • El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden, pero para los que se salvan -para nosotros- es fuerza de Dios. (I Corintios 1, 18)

  • En efecto, yo fui constituido ministro de la Iglesia, porque de acuerdo con el plan divino, he sido encargado de llevar a su plenitud entre ustedes la Palabra de Dios, (Colosenses 1, 25)

  • Pero el Señor estuvo a mi lado, dándome fuerzas, para que el mensaje fuera proclamado por mi intermedio y llegara a oídos de todos los paganos. Así fui librado de la boca del león. (II Timoteo 4, 17)


“O passado não conta mais para o Senhor. O que conta é o presente e estar atento e pronto para reparar o que foi feito.” São Padre Pio de Pietrelcina