Löydetty 105 Tulokset: Quedaron

  • y les dije: "Nosotros, en la medida de nuestros recursos, hemos comprado a nuestros hermanos judíos que habían sido vendidos a las naciones. ¡Y ahora son ustedes los que venden a sus hermanos, y ellos son vendidos a nosotros mismos!". Todos se quedaron callados, sin encontrar qué responder. (Nehemías 5, 8)

  • Las murallas quedaron terminadas el día veinticinco de Elul, al cabo de cincuenta y dos días. (Nehemías 6, 15)

  • Cuando todos nuestros enemigos se enteraron, todas las naciones vecinas quedaron vivamente impresionadas; se sintieron muy humilladas a sus propios ojos y reconocieron que el trabajo había sido ejecutado gracias a nuestro Dios. (Nehemías 6, 16)

  • Tobit salió al encuentro de su nuera hasta las puertas de Nínive, bendiciendo a Dios lleno de alegría. Al verlo caminar con todo su vigor, sin la ayuda de nadie, los habitantes de Nínive quedaron maravillados. Tobit proclamaba delante de todos que Dios había tenido misericordia de él y le había devuelto la vista. (Tobías 11, 16)

  • Los dos quedaron desconcertados y cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. (Tobías 12, 16)

  • El pánico y el terror se apoderaron de todo el litoral: de los habitantes de Sidón y de Tiro, de Sur y de Oquina, y de todos los habitantes de Iamnia. También los de Azoto y Ascalón quedaron despavoridos ante él. (Judit 2, 28)

  • Al ver aquella multitud, los israelitas quedaron despavoridos y se decían unos a otros: "Estos van a arrasar ahora toda la superficie de la tierra: ni las más altas montañas, ni los barrancos, ni las colinas podrán soportar su peso". (Judit 7, 4)

  • Cuando vieron a Judit con el rostro transformado y la ropa cambiada, quedaron maravillados de su hermosura y dijeron: (Judit 10, 7)

  • Cuando apareció Judit delante de él y de sus oficiales, todos quedaron maravillados por la hermosura de su rostro: ella se postró con el rostro en tierra, pero los servidores de Holofernes la levantaron. (Judit 10, 23)

  • Al enterarse de la noticia, los que estaban en el campamento quedaron fuera de sí por lo ocurrido. (Judit 15, 1)

  • Entonces mi pueblo humillado gritó de alegría y los otros se llenaron de espanto; mis débiles lanzaron gritos de triunfo y ellos quedaron aterrados; mi pueblo alzó su voz y ellos se dieron a la fuga. (Judit 16, 11)

  • Al proferir tus amenazas, Señor, al soplar el vendaval de tu ira, aparecieron los cauces del mar y quedaron a la vista los cimientos. (Salmos 18, 16)


“Recorramos a Jesus e não às pessoas, pois só ele nunca nos faltará.” São Padre Pio de Pietrelcina