Löydetty 107 Tulokset: Refugio

  • él dirá: ¿Dónde están sus dioses, la roca donde buscaron un refugio (Deuteronomio 32, 37)

  • los que comían la grasa de sus sacrificios y bebían el vino de sus libaciones? Que se levanten y vengan en su ayuda, que sean para ustedes un refugio. (Deuteronomio 32, 38)

  • El Dios de los tiempos antiguos es un refugio, y sus brazos obran desde siempre aquí abajo. Él expulsó a tus enemigos delante de ti y ordenó: ¡Extermina! (Deuteronomio 33, 27)

  • Habla en estos términos a los israelitas: Determinen cuáles serán las ciudades de refugio -esas de las que yo les hablé por medio de Moisés- (Josué 20, 2)

  • para que allí puedan encontrar asilo los homicidas que hayan matado a una persona sin premeditación e inadvertidamente. Así ustedes tendrán un refugio contra el vengador del homicidio. (Josué 20, 3)

  • Y Además de Hebrón -que era una ciudad de refugio para los homicidas- los israelitas dieron a los descendientes del sacerdote Aarón las ciudades de Libná, (Josué 21, 13)

  • A ellos les dieron Siquém, en la montaña de Efraím -la ciudad de refugio para los homicidas- con sus correspondientes campos de pastoreo, y también Guézer, (Josué 21, 21)

  • A los clanes levíticos de los gersonitas les dieron: de la mitad de la tribu de Manasés, Golán en Basán -la ciudad de refugio para los homicidas- y también Astarot, cada una con sus campos de pastoreo: dos ciudades. (Josué 21, 27)

  • De la tribu de Neftalí les dieron Quedes en Galilea -la ciudad de refugio para los homicidas- Jamot Dor y Racat, cada una con sus campos de pastoreo: tres ciudades. (Josué 21, 32)

  • De la tribu de Rubén, al otro lado del Jordán les dieron Beser -la ciudad de refugio para los homicidas- que está situada en el desierto, sobre el altiplano, y además, Iahás, (Josué 21, 36)

  • De la tribu de Gad, les dieron Ramot de Galaad -la ciudad de refugio para los homicidas- y además, Majanaim, (Josué 21, 38)

  • Luego los llevó a la presencia del rey de Moab, y ellos se quedaron con él todo el tiempo que David estuvo en el refugio. (I Samuel 22, 4)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina