Löydetty 107 Tulokset: Refugio

  • Alejandro huyó a Arabia en busca de refugio, y el rey Tolomeo quedó dueño de la situación. (I Macabeos 11, 16)

  • Este se refugió en su palacio, mientras la gente ocupaba las calles y comenzaba el ataque. (I Macabeos 11, 46)

  • Antíoco lo persiguió y Trifón se refugió en Dora, a orillas del mar, (I Macabeos 15, 11)

  • Por eso Menelao, en conversaciones secretas con Andrónico, lo instigaba a matar a Onías. Entonces Andrónico se presentó ante Onías, y se ganó astutamente su confianza, estrechándole la mano derecha con un juramento. Así lo persuadió a que saliera de su refugio -aun sin disipar toda sospecha- y lo mató inmediatamente, conculcando toda justicia. (II Macabeos 4, 34)

  • Al difundirse el falso rumor de que Antíoco había muerto, Jasón lanzó un ataque imprevisto contra la ciudad con no menos de mil hombres. Como los que estaban en la muralla fueron rechazados y la ciudad al fin fue tomada, Menelao se refugió en la Acrópolis. (II Macabeos 5, 5)

  • El que había desterrado a muchos de su patria murió en el destierro, mientras se dirigía a Lacedemonia con la esperanza de encontrar un refugio, apelando a su origen común. (II Macabeos 5, 9)

  • los cobardes y los que desconfiaban de la justicia de Dios se dispersaron y buscaron refugio en otra parte. (II Macabeos 8, 13)

  • El camino del Señor es refugio para el hombre íntegro y ruina para los que hacen el mal. (Proverbios 10, 29)

  • El temor del Señor es un refugio seguro, que sirve de defensa para los hijos. (Proverbios 14, 26)

  • El malvado es arrasado por su propia malicia, el justo encuentra un refugio en su integridad. (Proverbios 14, 32)

  • Así, en el principio, mientras perecían los gigantes orgullosos, la esperanza del mundo se refugió en una frágil embarcación, que, dirigida por tu mano, dejó al futuro el germen de nuevas generaciones. (Sabiduría 14, 6)

  • Un amigo fiel es un refugio seguro: el que lo encuentra ha encontrado un tesoro. (Eclesiástico 6, 14)


“Quando Jesus vem a nós na santa comunhão, encontra alegria em Sua criatura. Por nossa parte, procuremos Nele a nossa alegria.” São Padre Pio de Pietrelcina