Löydetty 148 Tulokset: batalla de los amorreos

  • Entonces los gabaonitas mandaron decir a Josué, que estaba en el campamento de Guilgal: "No dejes solos a tus servidores. Ven a salvarnos lo antes posible. Ayúdanos, porque todos los reyes amorreos que habitan en la Montaña se han reunido contra nosotros". (Josué 10, 6)

  • Aquella vez, cuando el Señor puso a los amorreos en manos de los israelitas, Josué se dirigió al Señor y exclamó, en presencia de Israel: "Detente, sol, en Gabaón, y tú, luna, en el valle de Aialón". (Josué 10, 12)

  • Los cananeos se encontraban al este y al oeste; los amorreos, los jivitas, los perizitas y los jebuseos, en la Montaña; y los hititas, al pie del Hermón, en el territorio de Mispá. (Josué 11, 3)

  • Sijón, rey de los amorreos que residía en Jesbón y dominaba desde Aroer -a orillas del torrente Arnón- hasta el torrente laboc -que sirve de frontera con los amonitas- incluyendo la cuenca del torrente Arnón, la mitad de Galaad, (Josué 12, 2)

  • en la Montaña, en la Sefelá, en la Arabá, en las pendientes, en el desierto y en el Négueb, donde habitaban hititas, amorreos, cananeos, perizitas, jivitas y jebuseos: (Josué 12, 8)

  • que están al sur. Además queda todo el país de los cananeos, desde Ará de los sidonios hasta Afec y hasta la frontera de los amorreos. (Josué 13, 4)

  • y todas las ciudades de Sijón -el rey de los amorreos que había reinado en Jesbón- hasta la frontera de los amonitas. (Josué 13, 10)

  • Todas las ciudades del altiplano habían pertenecido a Sijón, el rey de los amorreos que reinaba en Jesbón, y al que Moisés había derrotado, lo mismo que a los príncipes de Madián: Evi, Réquem, Sur, Jur y Reba, vasallos de Sijón que habitaban en aquel país. (Josué 13, 21)

  • y después los introduje en el país de los amorreos, que habitaban al otro lado del Jordán. Cuando ellos les hicieron la guerra, yo los entregué en sus manos, y así pudieron tomar posesión de su país, porque los exterminé delante de ustedes. (Josué 24, 8)

  • Después ustedes cruzaron el Jordán y llegaron a Jericó. La gente de Jericó les hizo la guerra, y lo mismo hicieron los amorreos, los perizitas, los cananeos, los hititas, los guirgasitas, los jivitas y los jebuseos; pero yo los entregué en sus manos. (Josué 24, 11)

  • Hice cundir delante de ustedes el pánico, que puso en fuga a toda esa gente y a los dos reyes amorreos. Esto no se lo debes ni a tu espada ni a tu arco. (Josué 24, 12)

  • Y si no están dispuestos a servir al Señor, elijan hoy a quién quieren servir: si a los dioses a quienes sirvieron sus antepasados al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos, en cuyo país ustedes ahora habitan. Yo y mi familia serviremos al Señor". (Josué 24, 15)


“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina