Löydetty 105 Tulokset: derrota de los amorreos

  • Abías y su ejército les infligieron una gran derrota, y cayeron quinientos mil hombres escogidos de Israel. (II Crónicas 13, 17)

  • Entonces el Señor, su Dios, lo entregó en manos del rey de los arameos. Estos lo derrotaron y capturaron gran cantidad de prisioneros que fueron llevados a Damasco. También fue entregado en manos del rey de Israel, que le infligió una gran derrota: (II Crónicas 28, 5)

  • Una vez terminado todo esto, se me presentaron los jefes para decirme: "El pueblo de Israel, los sacerdotes y los levitas no se han separado de la gente del país, que practica cosas abominables: los cananeos, los hititas, los perizitas, los jebuseos, los amonitas, los moabitas, los egipcios y los amorreos. (Esdras 9, 1)

  • Al ver que su corazón te era fiel, concluiste con él la alianza, para darle el país de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los perizitas, de los jebuseos y guirgasitas, y para dárselo a su descendencia. Y has cumplido tus palabras, porque eres justo. (Nehemías 9, 8)

  • y se establecieron luego en el país de los amorreos, exterminando por la fuerza a los jesbonitas. Después cruzaron el Jordán y tomaron posesión de toda la región montañosa, (Judit 5, 15)

  • Pero ahora, para que mi señor no sufra una derrota y un fracaso, y para que la muerte caiga sobre ellos, han incurrido en un pecado con el que provocarán la ira de su Dios apenas cometan ese desatino. (Judit 11, 11)

  • Que sufran una derrota humillante los que intentan quitarme la vida; que vuelvan la espalda confundidos los que traman mi perdición. (Salmos 35, 4)

  • Que sufran una derrota humillante los que se alegran de mi desgracia; que se cubran de confusión y de vergüenza los que se envalentonan contra mí. (Salmos 35, 26)

  • porque me has librado de todos mis adversarios y he visto la derrota de mis enemigos. (Salmos 54, 9)

  • él vendrá a mi encuentro con su gracia y me hará ver la derrota de mis enemigos. (Salmos 59, 11)

  • él hirió al enemigo con la espada, le infligió una derrota completa. (Salmos 78, 66)

  • Mis ojos han desafiado a mis calumniadores, mis oídos han escuchado la derrota de los malvados. (Salmos 92, 12)


“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina