Löydetty 340 Tulokset: enemigos

  • Pero Jonatán se dio cuenta de que estaban emboscados detrás de él. Los enemigos rodearon a su ejército, arrojándole flechas durante todo el día. (I Macabeos 10, 80)

  • Las tropas se mantuvieron firmes, como lo había ordenado Jonatán, mientras que los caballos de los enemigos se cansaron. (I Macabeos 10, 81)

  • Algunos renegados, enemigos de su propia nación, acudieron al rey y le anunciaron que Jonatán tenía sitiada a la Ciudadela. (I Macabeos 11, 21)

  • porque contamos con el auxilio del Cielo que nos asiste constantemente. Así fuimos liberados de nuestros enemigos y ellos quedaron humillados. (I Macabeos 12, 15)

  • Cuando los enemigos supieron que Jonatán y sus hombres estaban preparados para el combate, sintieron un gran temor y encendieron fogatas en su campamento. (I Macabeos 12, 28)

  • Los enemigos desaparecieron del país y en aquellos días fueron derrotados los reyes. (I Macabeos 14, 13)

  • Porque tanto él como sus hermanos y toda la familia de su padre han combatido con firmeza y expulsado a los enemigos de Israel, y le han asegurado la libertad". Entonces hicieron grabar una inscripción en planchas de bronce y las fijaron sobre unas columnas en el monte Sión. (I Macabeos 14, 26)

  • En los incesantes combates librados en nuestro país, Simón, hijo de Matatías, descendiente de la familia de Joarib, y sus hermanos, afrontaron el peligro y se opusieron a los enemigos de su patria, a fin de preservar su Santuario y su Ley: así cubrieron de gloria su nación. (I Macabeos 14, 29)

  • Cuando los enemigos quisieron invadir el país para devastarlo y levantar su mano contra el Santuario, (I Macabeos 14, 31)

  • También fortificó a Jope, en la orilla del mar, y a Gázara en la frontera de Azoto, donde antes habitaban los enemigos, y estableció en ella una población judía, proveyéndola de todo lo necesario para su mantenimiento. (I Macabeos 14, 34)

  • En consecuencia, nos ha parecido bien escribir a los reyes de los diversos países que no les hagan ningún daño ni los ataquen, ni a ellos ni a sus ciudades ni a su país, y que no presten apoyo a sus enemigos. (I Macabeos 15, 19)

  • y Simón respondió: "Nosotros no nos hemos apoderado de tierras ajenas ni nos hemos apropiado de los bienes de otros, sino de la herencia de nuestros padres. Nuestros enemigos la retuvieron injustamente en un momento dado, (I Macabeos 15, 33)


“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina